
Todo el mundo dice saber cómo hay que circular por una rotonda y nadie admite matices, pero lo cierto es que la gran mayoría de accidentes que se producen en las rotondas son por maniobras incorrectas.
Todos estos problemas pueden terminar gracias a un invento que llega desde Holanda: las turbo-rotondas. Se trata de una glorieta cuyos carriles están delimitados y “guían” a los vehículos hacia una salida diferente.
La primera turbo-rotonda de España se instaló en 2009 en el municipio asturiano de Grado y fue de la mano de Vectio, empresa pionera en este sector. El balance ha sido absolutamente positivo: tan sólo dos siniestros en seis años.